En la hermenéutica analógica se dan algunos elementos psicoanáliticos, ya que Freud es considerado como un autor muy analógico. Esto se da en la interpretación de cómo maneja el individuo su intencionalidad, en sus pulsiones. También se interpreta la relación de las instancias o estamentos metapsicológicos como en la relación analista y analizado, esta relación puede considerarse por una hermenéutica univoca como una interacción analista-analizado como gobierno del analista sobre el analizado, así como con una hermenéutica equivocista deja que el paciente esté sin criterios, ni directrices. Otra manera de entender esta relación es considerándola como equilibrada, sólo proporcionalmente, desde la hermenéutica analógica, la cual se centra en el analizado pero manteniendo los principios teóricos y las reglas técnicas (75).
La hermenéutica del yo, en la interpretación de la conducta, de Foucault. El cuidado de sí o epimeleia, consiste en “[…] conocer y encausar las pasiones, las emociones, los sentimientos, esto es, las pulsiones, para darles un cause” (76) Esto se hace no para inhibirlos o reprimirlos, ni para liberarlos sin cause, sino encausarlos de manera no rígida. De forma que, sin afectar a los demás, en la convivencia social, el individuo pueda realizarse. A esto se aplica la hermenéutica analógica, buscando evadir una hermenéutica del yo que permanezca atrapada en la equivocidad, con un alto riesgo de caer en el relativismo extremo. Una realización más plena de lo que el propio Focault busca que es, una epimeleia en la línea de la analogicidad.
La metapsicología es altamente analógica. El inconsciente usa muchos símbolos para manifestarse de manera unívoca, forzándolo a ser traducido a ciencia o filosofía. O de manera equivoca, casi de manera inconmensurable y no parece quedar interpretado. Una interpretación analógica del símbolo permite una aproximación proporcional a éste. Así se obtiene un conocimiento suficiente para moldear y modelar las corrientes internas de los fenómenos psíquicos.
Uno de los contribuyentes al estudio de la hermenéutica analógica en relación con el psicoanálisis es el Dr. Ricardo Blanco Beledo, quién trata la analogía e iconicidad en el psicoanálisis y ha trabajado conjuntamente con el Dr. Mauricio Beuchot sobre la hermenéutica analógica. Blanco se ha dedicado a investigar la conexión de la iconicidad, manifestación de la analogía, en la interacción psicoanalítica [Ricardo Blanco. "Imagen e ícono en la tradición judeocristiana. Una visión analógica-hermenéutica desde el psicoanálisis", en Maria Noel Lapoujade (comp.). Imagen, signo y símbolo: 261-274]. Beuchot dice: "En el análisis es muy importante aludir a los íconos o símbolos de analizado, tocarlos profundamente". El analista ha de poder conocer los íconos del analizado, a pesar de la dificultad de su interpretación. Esta interpretación será aproximativa, proporcional, como la que da una hermenéutica analógica. Blanco hace una reflexión epistemológica sobre el psicoanálisis. La interpretación de lo onírico, imaginario, lo fantasioso o fantasmal no puede ser univoca (buscar una exactitud científica-positivista) ni tampoco equivoca (subjetivista como en el romanticismo), sino que desde la analogicidad e iconicidad puede lograrse una interpretación adecuada.
Siguiendo esta pauta de investigación que establece Blanco, diferentes autores se han encargado de la aplicación de la hermenéutica al psicoanálisis. Uno de ellos es César Gordillo Pech, quien establece un método de lectura de las obras de Freud como método interpretativo clínico, en comparación con el que ofrecen otras escuelas psicoanalíticas. Este autor, dice Beuchot: “Sostiene la tesis de que la hermenéutica analógica, utilizada en la clínica, puede ayudar al paciente desde su simbología propia, sin imponerle actitudes pero también sin dejarlo relativísticamente al garete” (N. Conde Gaxiola. El movimiento de la hermenéutica analógica: 2006, 38). Otro autor es Ricardo Mazón Fonseca que aplica la hermenéutica analógica al mito, muestra cómo la analogía es el mejor acceso a lo simbólico. Así mismo, Cliffor Geertz considera que con el psicoanálisis en conjunción con la antropología filosófica puede detectarse la forma en que la antropología usa analogías, tomadas de la literatura, como metáforas (M. Beuchot. Compendio de hermenéutica analógica: 2007, 80–81).
La hermenéutica del yo, en la interpretación de la conducta, de Foucault. El cuidado de sí o epimeleia, consiste en “[…] conocer y encausar las pasiones, las emociones, los sentimientos, esto es, las pulsiones, para darles un cause” (76) Esto se hace no para inhibirlos o reprimirlos, ni para liberarlos sin cause, sino encausarlos de manera no rígida. De forma que, sin afectar a los demás, en la convivencia social, el individuo pueda realizarse. A esto se aplica la hermenéutica analógica, buscando evadir una hermenéutica del yo que permanezca atrapada en la equivocidad, con un alto riesgo de caer en el relativismo extremo. Una realización más plena de lo que el propio Focault busca que es, una epimeleia en la línea de la analogicidad.
La metapsicología es altamente analógica. El inconsciente usa muchos símbolos para manifestarse de manera unívoca, forzándolo a ser traducido a ciencia o filosofía. O de manera equivoca, casi de manera inconmensurable y no parece quedar interpretado. Una interpretación analógica del símbolo permite una aproximación proporcional a éste. Así se obtiene un conocimiento suficiente para moldear y modelar las corrientes internas de los fenómenos psíquicos.
Uno de los contribuyentes al estudio de la hermenéutica analógica en relación con el psicoanálisis es el Dr. Ricardo Blanco Beledo, quién trata la analogía e iconicidad en el psicoanálisis y ha trabajado conjuntamente con el Dr. Mauricio Beuchot sobre la hermenéutica analógica. Blanco se ha dedicado a investigar la conexión de la iconicidad, manifestación de la analogía, en la interacción psicoanalítica [Ricardo Blanco. "Imagen e ícono en la tradición judeocristiana. Una visión analógica-hermenéutica desde el psicoanálisis", en Maria Noel Lapoujade (comp.). Imagen, signo y símbolo: 261-274]. Beuchot dice: "En el análisis es muy importante aludir a los íconos o símbolos de analizado, tocarlos profundamente". El analista ha de poder conocer los íconos del analizado, a pesar de la dificultad de su interpretación. Esta interpretación será aproximativa, proporcional, como la que da una hermenéutica analógica. Blanco hace una reflexión epistemológica sobre el psicoanálisis. La interpretación de lo onírico, imaginario, lo fantasioso o fantasmal no puede ser univoca (buscar una exactitud científica-positivista) ni tampoco equivoca (subjetivista como en el romanticismo), sino que desde la analogicidad e iconicidad puede lograrse una interpretación adecuada.
Siguiendo esta pauta de investigación que establece Blanco, diferentes autores se han encargado de la aplicación de la hermenéutica al psicoanálisis. Uno de ellos es César Gordillo Pech, quien establece un método de lectura de las obras de Freud como método interpretativo clínico, en comparación con el que ofrecen otras escuelas psicoanalíticas. Este autor, dice Beuchot: “Sostiene la tesis de que la hermenéutica analógica, utilizada en la clínica, puede ayudar al paciente desde su simbología propia, sin imponerle actitudes pero también sin dejarlo relativísticamente al garete” (N. Conde Gaxiola. El movimiento de la hermenéutica analógica: 2006, 38). Otro autor es Ricardo Mazón Fonseca que aplica la hermenéutica analógica al mito, muestra cómo la analogía es el mejor acceso a lo simbólico. Así mismo, Cliffor Geertz considera que con el psicoanálisis en conjunción con la antropología filosófica puede detectarse la forma en que la antropología usa analogías, tomadas de la literatura, como metáforas (M. Beuchot. Compendio de hermenéutica analógica: 2007, 80–81).
