Diferentes autores se han dedicado a relacionar y aplicar la hermenéutica analógica en el ámbito de la educación. Entre estos autores se encuentran Luis Eduardo Primero Rivas y Fernando Monroy Dávila quienes se encargan de aplicar la hermenéutica analógica en el campo de la pedagogía. Primero Rivas se centra en la aplicación de la analogía en la forma en que la educación escolar funciona para el desenvolvimiento del hombre en la vida cotidiana. Así mismo, Monroy Dávila considera que la hermenéutica puede ser aplicada a la evaluación pedagógica, buscando una evaluación analógica que conjunta el aspecto cuantitativo con el cualitativo con el fin de obtener un panorama más completo para la evaluación.
Samuel Arriaran es otro de los autores que se encargan de estudiar la hermenéutica analógico-barroca para aplicarla a la pedagogía. Así como Anastasio Cabrera Pérez, que se concentra en estudiar la relación entre la hermenéutica y la educación. Del extremo de las pedagogías unívocas, cientificistas, rígidas, totalitarias y, por otro lado, para evitar el relativismo sin límites y sin parámetros suficientes para evitar el caos. Hace falta una pedagogía analógica y equilibrada. Otra aplicación a la hermenéutica analógica es la que realiza Napoleón Conde Gaxiola quien extrae la noción de ‘profesor analógico’ que no impone, ni tampoco es demasiado laxo, sino que busca un orden en el aprendizaje y que él mismo sea un ícono para sus alumnos.
