8/6/08

Hermenéutica Analógica, Ética y Política

Partiendo de una interpretación de las costumbres se pasa a la ética, que pone ciertas reglas como obligatorias. La ética ayuda en el problema ontológico del mal, que repercute en la noción de bien y mal morales. La ética también se apoya en la axiología, porque valorando ciertas cosas sobre otras las acciones se enfocarán en esos valores, que son considerados como mejores. La ética se apoya en la psicología racional o antropología filosófica que considera que el conocimiento y la voluntad permiten la libertad humana en conjunción con la responsabilidad. La hermenéutica analógica da central importancia al fin del hombre que guía la moral filosófica. Dicho fin es el bien pero tiene grados, hay que buscar el más independiente. Siendo éste la felicidad, lograda a través de la perfección de la vida virtuosa. La hermenéutica analógica en la noción de virtud puede buscar la proporción equilibrada en las acciones y su aplicación basada en la experiencia y la reflexión (Beuchot. Compendio de Hermenéutica Analógica: 2007, 65-67).

La hermenéutica analógica en la filosofía política se puede estudiar en elementos como la prudencia o phrónesis y la justicia. Tomando la noción de las virtudes se busca el bien común, que es el objetivo de toda actividad política “Una filosofía política que admita la guía de una hermenéutica analógica evitará los totalitarismos de los planteamientos univocistas de la sociedad, pero también los fragmentarismos de los planteamientos equivocistas de la misma, para adoptar un pluralismo incluyente. Con ello se superará el liberalismo o neoliberalismo, que ha tendido a ser univocista, centrado en el individuo, y el comunitarismo centrado en las comunidades (con lo que abre el riesgo del relativismo), y dará una nueva postura, cercana al republicanismo, más analógica” (69).